Ya está saliendo el sol sin duda mi Dios, pero no estoy apto para aprender hoy de su sabiduría, porque la luna apareció y me invitó a estar con ella hasta que vuelvas vos. Ya está saliendo el sol sin duda mi Dios, y aunque no cerré el ojo en toda la semana y tenga ganas de desmayarme en la cama voy a salir a recibir su bendición.
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